Noticia muy interesante!!!
Buenos Aires, 26 de abril (Télam).- Jóvenes escolares y nenes de jardín de infantes se apropian cada tarde del Espacio Joven, en el Pabellón Amarillo de la 37ma. Feria del Libro, para hacer experimentos en laboratorio o recorrer la ruta migratoria de las aves playeras en un taller de divulgación científica del Conicet.
Con pájaros de peluche, los chicos iniciados en la investigación “anillan” las patas de las aves, las miden con un calibre y estudian las características anatómicas que les permiten “navegar” por aire los 30 mil kilómetros anuales recorridos entre la tundra ártica y la costa patagónica sur.
“Empecé a hacer divulgación jugando con mis hijos y me di cuenta de que ellos podían transmitir con su vocabulario a sus compañeros lo mismo que yo hacía”, dijo a Télam la bióloga María de los Angeles Hernández, llegada a La Rural desde Chubut.
Hernández integra un laboratorio con sede en el Centro Nacional Patagónico (Cenpat) dependiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), dirigido por Luis Bala.
“Los chicos se sienten biólogos por un día y entienden los objetivos que tenemos cuando capturamos un ave, lo cual es difícil y costoso” de hacer, contó Hernández.
Uno de los datos que buscan los biólogos al interceptar las bandadas es el sexo de las aves, “que no se puede saber a simple vista sino solamente obteniendo una gota de sangre”, precisó la investigadora.
Porque respecto al sexo de las aves hay muchas teorías: “a veces pueden ser bandadas de un mismo sexo; otras, son mixtas; algunos dicen que los machos inician la migración primero y las hembras, después…, entonces es importante saber con qué bandada está trabajando uno”, relató.
Las aves estudiadas nidifican en el Artico cuando en el sur es invierno, y viajan hasta Tierra del Fuego en el verano antártico.
“Yo las estudio cuando van al norte, cuando paran en la Península Valdés, que es donde yo las espero con la mesa bien servida”.
En cada lugar comen distintas cosas y en la Península Valdés “van a buscar un tipo de almejas en particular, así que procuramos que esté bien la comida a su llegada, porque hay que cuidarlas”.
Hernández encontró a los nenes que concurrieron al Espacio Joven “muy curiosos, llenos de preguntas y con mucho conocimiento aunque no sepan que lo tienen, por lo que son naturales divulgadores”.
A tono con el ámbito librero de la Feria, al final de cada función -presentada por “Las cuentadantes” con algún cuento-, Hernández regala el libro “Humedales costeros y aves playeras migratorias”, del que es coautora junto con Bala y Raquel Musmeci, para que los chicos emprendan el siguiente viaje, hacia otro conocimiento. (Télam)
Buenos Aires, 26 de abril (Télam).- Jóvenes escolares y nenes de jardín de infantes se apropian cada tarde del Espacio Joven, en el Pabellón Amarillo de la 37ma. Feria del Libro, para hacer experimentos en laboratorio o recorrer la ruta migratoria de las aves playeras en un taller de divulgación científica del Conicet.
Con pájaros de peluche, los chicos iniciados en la investigación “anillan” las patas de las aves, las miden con un calibre y estudian las características anatómicas que les permiten “navegar” por aire los 30 mil kilómetros anuales recorridos entre la tundra ártica y la costa patagónica sur.
“Empecé a hacer divulgación jugando con mis hijos y me di cuenta de que ellos podían transmitir con su vocabulario a sus compañeros lo mismo que yo hacía”, dijo a Télam la bióloga María de los Angeles Hernández, llegada a La Rural desde Chubut.
Hernández integra un laboratorio con sede en el Centro Nacional Patagónico (Cenpat) dependiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), dirigido por Luis Bala.
“Los chicos se sienten biólogos por un día y entienden los objetivos que tenemos cuando capturamos un ave, lo cual es difícil y costoso” de hacer, contó Hernández.
Uno de los datos que buscan los biólogos al interceptar las bandadas es el sexo de las aves, “que no se puede saber a simple vista sino solamente obteniendo una gota de sangre”, precisó la investigadora.
Porque respecto al sexo de las aves hay muchas teorías: “a veces pueden ser bandadas de un mismo sexo; otras, son mixtas; algunos dicen que los machos inician la migración primero y las hembras, después…, entonces es importante saber con qué bandada está trabajando uno”, relató.
Las aves estudiadas nidifican en el Artico cuando en el sur es invierno, y viajan hasta Tierra del Fuego en el verano antártico.
“Yo las estudio cuando van al norte, cuando paran en la Península Valdés, que es donde yo las espero con la mesa bien servida”.
En cada lugar comen distintas cosas y en la Península Valdés “van a buscar un tipo de almejas en particular, así que procuramos que esté bien la comida a su llegada, porque hay que cuidarlas”.
Hernández encontró a los nenes que concurrieron al Espacio Joven “muy curiosos, llenos de preguntas y con mucho conocimiento aunque no sepan que lo tienen, por lo que son naturales divulgadores”.
A tono con el ámbito librero de la Feria, al final de cada función -presentada por “Las cuentadantes” con algún cuento-, Hernández regala el libro “Humedales costeros y aves playeras migratorias”, del que es coautora junto con Bala y Raquel Musmeci, para que los chicos emprendan el siguiente viaje, hacia otro conocimiento. (Télam)
Comentarios